Domicilio social y domicilio fiscal: ¿qué diferencia a ambos domicilios?

La diferencia entre el domicilio fiscal y el domicilio social es muy sutil. De hecho, son muchos los que no saben distinguir entre uno y otro, aunque es fundamental a la hora de crear una empresa.

Las diferencias entre el domicilio social y el domicilio fiscal son muy sutiles, llegando a confundir a más de uno. Sin embargo, aunque la línea que separa uno y otro domicilio es muy delgada, lo cierto es que es fundamental saber distinguir el uno del otro, sobre todo a la hora de emprender y montar nuestra propia empresa. Y es que en las sociedades mercantiles, ambos tipos de domicilios tendrán diferentes aplicaciones que podrán coincidir o no con los objetivos e intereses de la empresa. Es por ello de gran importancia tener diametralmente claro qué es el domicilio fiscal y qué es el domicilio social y qué implicaciones tienen cada uno de ellos.

 

1. ¿Qué es el domicilio social?

 

El domicilio social, también llamado domicilio mercantil, es aquel lugar en el que se encuentre el centro de administración y dirección de una empresa o aquel lugar en que se encuentre el principal establecimiento o explotación de la misma. Este tipo de domicilio es exclusivo de las empresas, de forma que si eres autónomo no tienes de qué preocuparte, ya que solo necesitarás tener domicilio fiscal.

La elección del domicilio social es fundamental para las personas jurídicas de carácter mercantil, pues solo se puede modificar a través de una escritura pública (por lo que hará falta la firma de un notario) que se deberá inscribir en el Registro Mercantil y enviar a la Agencia Tributaria. Es mejor que pienses bien dónde quieres que radique el domicilio social de tu empresa, pues cambiarlo es un proceso un poco lento y bastante burocrático. Por el contrario, el domicilio social de las sociedades civiles, comunidades de bienes o cualquier otra entidad jurídica no obligada a inscripción mercantil no precisará de escritura pública notarial ni de inscripción registral.

 

2. ¿Qué es el domicilio fiscal?

 

El domicilio fiscal es el lugar en que se localiza el obligado tributario en sus relaciones con Hacienda, el cual determinará la adscripción a una sucursal de la Agencia Tributaria en concreto, dependiendo del lugar en que se fije el domicilio fiscal. En otras palabras, el domicilio fiscal es el lugar en que legalmente se encuentra una persona física o jurídica y en el que recibirá las notificaciones relativas a sus obligaciones fiscales. Así pues, el domicilio fiscal es el lugar en que se recibirán las notificaciones de Hacienda y de otras Administraciones Públicas, aunque actualmente estas también se pueden recibir en sede electrónica.

Una vez nos hemos dado de altas como empresarios, se habrá de elegir el domicilio fiscal a través del modelo 036. Este podrá ser modificado en cualquier momento presentando de nuevo el modelo 036. No obstante, se tendrán que tener en cuenta algunas cosas:

  • Personas físicas: su domicilio fiscal coincide con su residencia habitual.
  • Autónomos y trabajadores por cuenta propia: su domicilio fiscal coincide con su vivienda habitual o con el lugar en el que se desarrolle su negocio.
  • Empresas y sociedades: su domicilio fiscal coincide con el lugar en el que se desarrolla la gestión de la actividad empresarial, de forma que lo habitual es que el domicilio fiscal y el domicilio social coincidan.

 

3. Domicilio social versus domicilio fiscal

 

Como ya hemos adelantado, las diferencias entre uno y otro domicilio son muy sutiles, mínimas, por lo que es tremendamente fácil confundir ambos términos. Sin embargo, y teniendo en cuenta que ambos tienen implicaciones diferentes de gran calado, es fundamental saber distinguir entre un tipo de domicilio y otro. No obstante, debemos tener en cuenta que esta diferencia tan solo afecta a las sociedades y empresas, ya que, recordemos, tanto los autónomos y trabajadores por cuenta propia como las personas físicas o particulares no tendrán domicilio social.

Veamos en qué se diferencian ambos conceptos:

  • El domicilio social se encuentra definido y regulado en la Ley de Sociedades, mientras que el domicilio fiscal está definido y regulado en la Ley General Tributaria.
  • El domicilio social es el lugar en que se llevaba a cabo la actividad empresarial, mientras que el domicilio fiscal es el lugar en que el empresario recibía sus notificaciones de Hacienda. Sin embargo, hoy en día esta cuestión no es importante, ya que las notificaciones se recibirán en sede electrónica.
  • El domicilio social es de conocimiento público —en tanto que ha de otorgarse en escritura pública firmada por un fedatario público, es decir, por un notario—, mientras que el domicilio fiscal pertenece a la esfera privada del empresario.

La diferencia principal, por tanto, entre uno y otro domicilio es la publicidad de los mismos. Así pues, cualquier persona podrá comprobar en el Registro Mercantil dónde radica el domicilio social de una empresa, pero no podrá conocer dónde se encuentra el domicilio fiscal del empresario, aunque lo cierto es que lo normal es que ambos coincidan. En cualquier caso, ambos domicilios deberán ser comunicados a la Agencia Tributaria para poder solicitar el NIF o Número de Identificación Fiscal, así como a la Seguridad Social para poder contratar trabajadores para la empresa.

 

4. Un ejemplo de cada uno de los domicilios

 

Pongamos un ejemplo: una empresa textil tiene su fábrica, donde confeccionan la ropa que después venden a minoristas, en Alcalá de Henares. En esta misma fábrica, la empresa cuenta con oficinas desde donde se llevan a cabo las labores de gestión y administración de la actividad empresarial. Así pues, el domicilio social deberá coincidir con el lugar en que radiquen las oficinas, es decir, la dirección de las oficinas en Alcalá de Henares.

Sin embargo, en el caso del domicilio social, este podrá coincidir o no con el domicilio fiscal, de forma que podremos fijarlo en el lugar en que radican las oficinas de la empresa textil, o bien fijarlo en el domicilio o lugar de residencia de la persona encargada de la administración y gestión de la empresa.

Sin duda, conocer la diferencia entre domicilio social y fiscal es fundamental para cualquier empresa. En cualquier caso, la mejor opción es contar con profesionales del sector o con un buen software de gestión empresarial, tal es el caso de STEL Order, un software ERP el cual podrás disfrutar de un periodo de prueba de manera completamente gratuita, para poder comprobar las bondades de utilizar un software que facilite la gestión y administración de tu empresa.

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