¿Qué es el régimen simplificado de confianza? [Actualizado 2025]

Conoce los requisitos, beneficios y obligaciones del régimen simplificado de confianza para personas físicas y evita errores que pueden costarte caro.

El régimen simplificado de confianza, también conocido como RESICO o régimen 626 simplificado de confianza, es una modalidad fiscal del Servicio de Administración Tributaria (SAT) dirigida principalmente a personas físicas con actividades empresariales, profesionales o de arrendamiento. Su principal objetivo es facilitar la tributación para quienes tienen ingresos anuales menores a 3.5 millones de pesos.

Este régimen nació como evolución de figuras anteriores como el Régimen de Pequeños Contribuyentes (REPECO) y el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), los cuales ya fueron derogados. A diferencia de estos, el RESICO ofrece una mecánica de declaración más sencilla, con tasas impositivas que oscilan entre el 1% y el 2.5% sobre los ingresos efectivamente cobrados, lo que representa una ventaja significativa frente al régimen general.

Una de las características más relevantes del régimen simplificado de confianza es su sistema automatizado de declaración. El SAT obtiene directamente la información de las facturas electrónicas (CFDI) emitidas, clasificando los ingresos según el método de pago utilizado. Si una factura se emite con la clave “Pago en una sola exhibición”, esos ingresos se consideran cobrados en ese mismo mes. En cambio, si la factura se emite como “Pago en parcialidades o diferido” (PPD), no se contabiliza como ingreso hasta que se emite el complemento de pago correspondiente.

Este proceso permite que los impuestos se calculen conforme al flujo de efectivo real, es decir, sobre los ingresos ya cobrados y no simplemente facturados. Sin embargo, es importante tener cuidado con la forma en que se emiten los CFDI y sus complementos.

Régimen simplificado de confianza: ¿qué número es?

El régimen simplificado de confianza está identificado con la clave 626 dentro del catálogo de regímenes fiscales del SAT. Este número es fundamental al momento de inscribirse en el RFC, emitir facturas electrónicas o actualizar la información fiscal ante el SAT.

Cuando un contribuyente elige tributar bajo el RESICO, debe asegurarse de seleccionar correctamente esta clave en los trámites digitales o en las plataformas contables. La clave 626 está destinada específicamente para personas físicas que cumplan con los requisitos establecidos, y su correcta selección es imprescindible para evitar problemas en la validación de CFDI y en las declaraciones mensuales.

Es común confundir esta clave con otras similares utilizadas en regímenes anteriores, como el 612 (correspondiente a personas físicas con actividades empresariales y profesionales en el régimen general). Sin embargo, usar la clave incorrecta puede generar errores que afectan la forma en que se calculan los impuestos y podrían invalidar facturas.

Uno de los aspectos más relevantes del régimen 626 simplificado de confianza es que, una vez elegido y aprobado, el SAT espera que todos los CFDI emitidos estén alineados con los criterios del régimen. Es decir, no se deben emitir facturas como si se estuviera en el régimen general, ni aplicar tasas de retención que no correspondan. Además, el sistema automático de declaraciones del SAT usará esta clave para precargar los ingresos mensuales, calcular los impuestos y determinar si el contribuyente sigue cumpliendo con los requisitos del RESICO.

Por esta razón, es importante que los contribuyentes estén bien informados sobre el uso correcto del régimen simplificado de confianza código 626. Cualquier error en la selección del régimen puede derivar en inconsistencias que impliquen aclaraciones, correcciones o incluso la salida del régimen.

En el caso de una reactivación de actividades o cambio de régimen, la clave 626 debe ser seleccionada al momento de actualizar el RFC, siguiendo las fichas de trámite indicadas por el SAT, especialmente la 39/CFF, que detalla los pasos para el cambio de régimen conforme a la normatividad vigente.

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¿En qué consiste la declaración del régimen simplificado de confianza?

La declaración del régimen simplificado de confianza (RESICO) se caracteriza por su automatización y sencillez. A diferencia de otros regímenes, no requiere llenar formularios extensos ni capturar manualmente los ingresos, ya que el sistema del SAT precarga la información directamente desde los comprobantes fiscales digitales por internet (CFDI) emitidos y los complementos de pago registrados.

El punto clave del RESICO es que los impuestos se determinan con base en el flujo de efectivo. Esto significa que solo se consideran para efectos fiscales aquellos ingresos que ya fueron cobrados, sin importar si fueron facturados en otro mes. Este enfoque ayuda a evitar el pago de impuestos sobre ingresos no percibidos.

Clasificación de los ingresos

Los ingresos que se consideran en la declaración pueden provenir de tres tipos de CFDI:

  1. Pago en una sola exhibición (PUE): se considera cobrado de inmediato y se integra al ingreso del mes correspondiente.
  2. Pago en parcialidades o diferido (PPD): no se considera ingreso hasta que se emite el complemento de pago.
  3. Complemento de pago: documento indispensable para que una factura PPD sea reconocida como ingreso efectivamente cobrado.

Ejemplo de declaración mensual

Imaginemos que en el mes de mayo se emiten dos facturas:

  • Una por $15,000 pesos con método de pago PUE.
  • Otra por $8,000 pesos con método de pago PPD, pero el cliente la paga el 30 de mayo.

Si el complemento de pago se emite correctamente dentro del mes (por ejemplo, el 31 de mayo), ambos montos se consideran como ingresos del mismo periodo. Pero si el complemento se emite con fecha de junio, aunque el pago se haya recibido en mayo, el SAT lo contabilizará como ingreso de junio, lo cual puede generar inconsistencias si se intenta incluir en la declaración de mayo.

Por eso es fundamental cuidar las fechas de expedición del complemento de pago y usar correctamente el campo de “fecha de pago” dentro del CFDI. De no hacerlo, podría reflejarse un ingreso en el mes equivocado o, peor aún, duplicarse el pago si se incluye en la sección de “otros ingresos” por error y luego vuelve a aparecer automáticamente el mes siguiente.

Obligaciones del régimen simplificado de confianza

Aunque el régimen simplificado de confianza está diseñado para ser fácil de administrar, esto no significa que esté libre de obligaciones. De hecho, hay varios compromisos que deben cumplirse de manera puntual para mantener el estatus dentro del régimen 626 simplificado de confianza y evitar sanciones.

A continuación se detallan las principales obligaciones que todo contribuyente bajo este régimen debe atender:

1. Emitir facturas electrónicas (CFDI)

Es obligatorio expedir comprobantes fiscales por cada ingreso recibido, ya sea a través de ventas de productos o servicios. La emisión debe realizarse en tiempo y forma, seleccionando correctamente el método de pago (PUE o PPD) y cuidando la exactitud de los datos del receptor y los montos.

El sistema automatizado del SAT basa la declaración mensual en estos CFDI, por lo que cualquier error en su emisión puede afectar directamente el cálculo de impuestos. También es indispensable emitir complementos de pago cuando se trate de facturas con método PPD.

2. Presentar declaraciones mensuales

Estas declaraciones se generan automáticamente con los ingresos reconocidos por el SAT según los CFDI y los complementos emitidos. La plataforma calcula el impuesto a pagar aplicando las tasas progresivas del régimen simplificado de confianza, que inician en 1%.

Las declaraciones deben presentarse a más tardar el día 17 del mes siguiente, y aunque son simples, no presentarlas puede ocasionar la pérdida de beneficios o incluso la exclusión del régimen.

3. Declaración anual

Además de las declaraciones mensuales, el contribuyente debe presentar su declaración anual, aunque en muchos casos esta también es prellenada y sencilla. En la anual se consolida el total de ingresos y pagos provisionales realizados durante el año.

4. Mantener actualizada la situación fiscal

Si el contribuyente deja de cumplir con alguno de los requisitos del RESICO —por ejemplo, si sus ingresos superan los 3.5 millones de pesos anuales o si se convierte en socio de una persona moral— está obligado a actualizar su régimen ante el SAT y pasar al régimen general.

De acuerdo con la regla 3.13.6 de la Resolución Miscelánea Fiscal, al dejar de tributar en el régimen simplificado de confianza se deben recalcular todas las declaraciones mensuales del ejercicio fiscal bajo el nuevo régimen. Esto implica presentar declaraciones complementarias, lo que en muchos casos representa una carga fiscal más alta.

5. Uso del buzón tributario

Es obligatorio tener habilitado el buzón tributario y mantenerse al tanto de las notificaciones que el SAT pueda enviar. Esto incluye requerimientos, recordatorios de obligaciones, o avisos de inconsistencias.

6. Conservación de la contabilidad

Aunque no se requiere llevar una contabilidad tan compleja como en otros regímenes, los contribuyentes deben conservar sus CFDI, declaraciones y comprobantes de pago como parte de su archivo fiscal, en caso de una revisión por parte del SAT.

Clave de régimen simplificado de confianza

La clave del régimen simplificado de confianza es 626, y es indispensable conocerla para operar correctamente bajo esta figura fiscal ante el SAT. Esta clave identifica de manera específica a los contribuyentes personas físicas que optan por tributar bajo este esquema y es utilizada tanto en la constancia de situación fiscal como en la emisión de CFDI y otros trámites fiscales.

La clave 626 se usa en las siguientes situaciones:

  1. RFC y constancia de situación fiscal: Al momento de inscribirse en el RFC o actualizar actividades económicas, el contribuyente debe seleccionar el régimen 626 para que quede asentado en su constancia de situación fiscal. Este documento lo suelen solicitar clientes, instituciones financieras o incluso plataformas digitales.
  2. Facturación electrónica (CFDI): Los sistemas de facturación utilizan esta clave para asignar correctamente el régimen fiscal del emisor. Si se utiliza una clave incorrecta, como la del régimen general (612), el SAT podría interpretar que el contribuyente está en otro régimen y aplicar reglas de tributación distintas, invalidando beneficios fiscales o generando errores en la declaración automática.
  3. Declaraciones mensuales: La clave de régimen determina qué tratamiento fiscal recibe la información enviada al SAT. Si un contribuyente con ingresos menores a 3.5 millones de pesos no tiene el régimen 626 registrado, el sistema lo considerará fuera del RESICO y lo obligará a tributar conforme al régimen general, con tasas significativamente más altas.

Ejemplo concreto:

Un contribuyente con ingresos mensuales de $23,000 está registrado en el régimen 626. Al emitir sus CFDI correctamente y declarar sus ingresos, pagará solamente el 1% de ISR, es decir, $230 pesos. Si por error cambia su régimen al 612, el mismo ingreso puede llevarlo a pagar más de $1,400 pesos mensuales, además de cuotas fijas y el porcentaje sobre el excedente, como dicta la tabla del régimen general.

¿Cómo verificar que estás dado de alta en el régimen 626?

Ingresando al portal del SAT con RFC y contraseña, puedes consultar tu constancia de situación fiscal. En el apartado de “Regímenes” debe aparecer: Régimen Simplificado de Confianza – Clave 626. Si aparece cualquier otro, será necesario hacer una actualización mediante el trámite 39/CFF, que se realiza en línea o en una oficina del SAT.

Preguntas frecuentes

El régimen simplificado de confianza está disponible tanto para personas físicas como para personas morales, pero con diferencias claras. En este artículo nos enfocamos únicamente en personas físicas, que son quienes tributan bajo la clave 626. Para personas morales, el SAT estableció una versión del RESICO con otras condiciones y requisitos, pero su estructura fiscal es distinta, y no comparten la misma clave.

El uso del CFDI es fundamental en el RESICO, ya que todo el cálculo de impuestos parte de los comprobantes fiscales digitales. Es obligatorio emitir una factura por cada ingreso y utilizar correctamente el método de pago: PUE (pago en una sola exhibición) si ya se cobró, o PPD (pago en parcialidades o diferido) si aún no se recibe el dinero. Cuando el ingreso se paga posteriormente, se debe emitir un complemento de pago. Solo así el SAT lo considerará ingreso cobrable y lo integrará en la declaración mensual.

Una de las características principales del RESICO es que no permite deducciones tradicionales como en el régimen general. En lugar de ello, el ISR se calcula sobre los ingresos cobrados con una tasa preferencial que va del 1% al 2.5%, dependiendo del monto total anual. Este tratamiento elimina la necesidad de contabilizar gastos, pero también implica que todos los ingresos registrados serán base gravable.

La facturación debe realizarse conforme al régimen 626. El SAT valida que las facturas estén emitidas de acuerdo con los lineamientos del RESICO. Además, es importante que el régimen fiscal del emisor (persona física) y el del receptor sean correctos, especialmente si el receptor requiere que la factura sea deducible. El uso adecuado del método de pago y del complemento es clave para evitar omisiones o duplicidades.

Los pagos provisionales son mensuales y se presentan a más tardar el día 17 del mes siguiente. El SAT calcula automáticamente el impuesto correspondiente según los ingresos cobrados y registrados vía CFDI. El contribuyente no necesita llenar formularios complejos: simplemente debe revisar los montos, validar o ajustar otros ingresos (si aplica) y realizar el pago.

El ISR en el régimen simplificado de confianza se calcula con base en una tabla de tasas progresivas según el total de ingresos anuales acumulados:

  • De $0 a $300,000: 1%
  • De $300,001 a $600,000: 1.1%
  • De $600,001 a $1,000,000: 1.5%
  • De $1,000,001 a $2,500,000: 2%
  • De $2,500,001 a $3,500,000: 2.5%

Estas tasas se aplican directamente sobre los ingresos cobrados, sin necesidad de aplicar deducciones, lo que simplifica el cálculo y reduce significativamente la carga tributaria para pequeños contribuyentes.

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