Tras la implantación del sistema de cotización basado en ingresos reales el pasado 1 de enero de 2023, la cuota de autónomos del primer año ha cambiado con respecto a lo que estábamos acostumbrados a ver en los últimos tiempos.
La conocida como tarifa plana para autónomos ha experimentado algunos ajustes desde que se puso en marcha en 2013. Con el nuevo sistema de cotización, ya no hay una tarifa plana como tal, sino una tarifa reducida para los nuevos autónomos.
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¿Qué es la cuota de autónomos?
Es una cantidad que pagan mensualmente a la Seguridad Social quienes están dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). A cambio, los autónomos tienen derecho a percibir prestaciones como la de maternidad o paternidad, la prestación por incapacidad temporal si tienen que estar de baja, y la pensión de jubilación.
De la tarifa plana a la tarifa reducida de autónomos
En 2013 se puso en marcha el sistema de tarifa plana para incentivar el autoempleo. Era un momento en el que los niveles de desempleo estaban en tasas muy altas y se buscaron diferentes alternativas para promover el emprendimiento e impulsar a los desempleados a trabajar por su cuenta.
La medida fue diseñada con un carácter temporal, pero tuvo tanto éxito que se acabó prorrogando. Eso sí, la cuantía inicial a pagar mensualmente durante el primer año subió de los 50 a los 60 euros.
La tarifa plana se mantuvo en vigor hasta la llegada de la cotización de los autónomos basada en ingresos reales. Los agentes sociales y el Ministerio de la Seguridad Social debatieron largo y tendido sobre si era necesario conservar esta medida con la nueva fórmula de cotización.
Al final se llegó a un punto intermedio, la tarifa planta desapareció tal y como estaba concebida hasta ese momento, pero fue sustituida por la tarifa reducida para los nuevos autónomos.
¿En qué consiste la tarifa reducida?
Esta sigue siendo una medida tendente a impulsar el autoempleo, ya que permite a los nuevos autónomos pagar menos de cotización a la Seguridad Social durante su primer año de actividad.
Ahora la cuota para autónomos el primer año es de 80 euros al mes, con independencia de los ingresos que obtenga el emprendedor por su actividad. Pasado el primer año, se puede mantener esa cuota mensual de 80 euros durante otros 12 meses si los rendimientos netos (ingresos – gastos de la actividad) no superan la cuantía establecida para el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En caso de que tras el primer año de actividad los rendimientos netos estén por encima del SMI, el autónomo debe escoger el tramo que le corresponde para empezar a cotizar de conformidad con sus ingresos reales. Algo que también tendrá que hacer al finalizar el período de 24 meses desde el comienzo de su actividad si tiene derecho a prorrogar la tarifa reducida más allá de los 12 primeros meses.
En el caso de nuevos autónomos que tengan reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33 %, o sean víctimas de violencia de género o violencia terrorista, su cuota reducida será de 80 euros mensuales durante los primeros 24 meses de actividad, y luego pasará a ser de 160 euros al mes durante otros 36 meses.
Requisitos para acceder a la tarifa reducida
Es importante tener en cuenta que esta opción no está disponible para todos aquellos que se den de alta en el RETA como autónomos, solo para quienes cumplan los siguientes requisitos:
- No haber estado dado de alta en el RETA como autónomo en los dos años inmediatamente anteriores a la fecha de nueva alta. O no haberlo estado en los tres años anteriores a la nueva alta si en su momento ya se disfrutó de la tarifa plana.
- No ser autónomo colaborador (autónomo que trabaja para un familiar suyo que también es autónomo).
- No tener deudas pendientes de pago con la Seguridad Social ni con Hacienda.
Si el interesado en la reducción de la cuota de autónomos en el primer año no cumple estas tres condiciones, podrá darse de alta en el RETA, pero tendrá que abonar la cuota que le corresponda según el tramo en el que decida incardinarse. No disfrutará de deducción alguna en su cuota. En este caso, el tramo más bajo fijado para este 2024 implica el pago de una cotización de 225 euros al mes.
¿Cuánto se paga el primer año como autónomo?
Si un nuevo autónomo cumple los requisitos para acogerse a la tarifa reducida que ha venido aparejada a las nuevas cuotas de autónomos, durante el primer año de actividad pagará en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social un total de 960 euros.
Esta cotización cubre tanto las contingencias comunes como las contingencias profesionales, quedando los nuevos autónomos exentos de la obligación de cotizar por cese de actividad y por formación profesional.
El coste del segundo año como autónomo depende de lo bien que le vaya al profesional. Si sus ingresos no superan el SMI, seguirá pagando otros 80 euros al mes durante los siguientes 12 meses de actividad. Por el contrario, si durante el primer año sus rendimientos superan esa cantidad, entonces tendrá que elegir el tramo de cotización que mejor encaje con su realidad económica. Pero podrá cambiarlo cada dos meses para garantizar un buen ajuste entre lo que está ganando en cada momento y lo que paga a la Seguridad Social en concepto de cotización.
Cuando el autónomo ya está acogido al sistema de cotización por ingresos reales, puede escoger cotizar en un tramo más alto del que realmente le corresponde. Así podrá acceder a prestaciones más elevadas cuando las necesite. Por ejemplo, si tiene que estar de baja por prescripción médica.
¿Cómo se solicita la tarifa reducida de autónomos?
Mientras que la tarifa plana se aplicaba de forma automática a quienes cumplían los requisitos para acceder a ella, con la tarifa reducida no ocurre lo mismo, porque los autónomos pueden renunciar a su aplicación y empezar a cotizar desde el primer momento con base en sus ingresos reales.
Quienes sí desean acceder a este beneficio deben solicitarlo en el momento de cursar su alta en el RETA.
Agotados los 12 primeros meses naturales de actividad, si se cumplen los requisitos para disfrutar de otros 12 meses de tarifa reducida, hay que acreditar que los rendimientos económicos obtenidos están por debajo del SMI, aportando la documentación pertinente. Si se conceden esos 12 meses extra y finalmente resulta que los ingresos del autónomo durante ese período sí han superado el SMI, la Seguridad Social procede a regularizar la cotización y a exigir el pago de la cuantía correspondiente.
Si un autónomo accede a la tarifa reducida y se da de baja en el RETA durante el período de vigencia de la misma, si más tarde se da de alta de nuevo en este régimen de la Seguridad Social antes de que transcurran tres años desde el alta inicial, puede solicitar que se retome la tarifa reducida por el tiempo que le quedara de disfrutar de ella.
Ejemplo de cuota de autónomos el primero año
Raúl es un emprendedor que decide darse de alta como autónomo el 1 de enero de 2024 para trabajar como estilista por su cuenta. En el momento de cursar su alta en el RETA solicita el acceso a la tarifa reducida.
Como cumple todos los requisitos para ello, se le concede. Así que a lo largo de los 12 meses siguientes paga cada mes 80 euros de cotización a la Seguridad Social y, al terminar su primer año de actividad, habrá pagado un total de 960 euros. Una cuantía mucho más baja que si hubiera empezado a cotizar directamente en el tramo más bajo, ya que en este caso abonaría 225 euros al mes, lo que supone un total de 2700 euros al año.
Finalizado el primer año natural de actividad, los ingresos de Raúl han superado el importe del SMI en cómputo anual, así que de cara a su decimotercer mes de actividad ya tiene que elegir el tramo dentro del que tiene que cotizar con base en sus ingresos reales.
Si sus ingresos en el primer año hubieran estado por debajo del SMI en cómputo anual, este estilista podría haber solicitado que se le prorrogara la tarifa reducida durante 12 meses más.
La cuota de autónomos en el primer año se ha fijado en 80 euros al mes para el período 2023-2025, a fin de que sirva como aliciente para que aquellas personas con espíritu emprendedor se atrevan a dar el paso de empezar a trabajar por cuenta propia.
