El empresario individual es una figura jurídica cuyas características son idénticas a la del trabajador por cuenta propia. Vamos a analizar, por lo tanto, qué es y qué ventajas y desventajas tiene para esta figura adoptar esta forma para desarrollar sus actividades profesionales.
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Qué es un empresario individual
La definición de empresario individual es la misma que la de un autónomo: es una persona física que realiza en su propio nombre una actividad lucrativa. Dicha actividad puede comprender industria, comercio u otros servicios profesionales.
El marco jurídico que regula a los empresarios individuales está comprendido por el Código de Comercio en cuanto a sus actividades económicas, y por el Código Civil en cuanto a sus responsabilidades. Por lo demás, tiene las mismas obligaciones que un autónomo: declaraciones de IVA e IRPF, y presentación de facturas por sus trabajos.
Aunque hay quien lo llama empresa individual, esta denominación no se ajusta a las definiciones estrictas del Ministerio de Industria, que lo describen como una persona física que realiza habitual, directa y personalmente una actividad económica lucrativa, tanto si tiene a trabajadores a cargo como si no.
En realidad, no es que esta figura ostente el poder omnímodo en su empresa: es que él mismo es la empresa: aunque diese ocupación a otros empleados, sigue manteniendo la misma condición de un autónomo a todos los efectos. Por consiguiente, no es una S.L.U. (Sociedad Limitada Unipersonal).
Esta forma jurídica es bastante más común de lo que parece: se calcula que, en la actualidad, existen más de 3 millones de empresarios individuales dados de alta en España, una cifra que se ha reducido en aproximadamente un cuarto de millón desde el inicio de la crisis de la COVID-19.
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Ventajas del empresario individual
- Proceso sencillo de constitución, por no decir inmediato. Para constituirse como autónomo solo hay que darse de alta en la Seguridad Social (RETA) y en Hacienda (IAE).
- Marco normativo laxo: las leyes que regulan a los empresarios individuales son bastante relajadas en comparación con la Ley de Sociedades de Capital, que regula a casi todas las demás formas jurídicas.
- Autonomía plena en las decisiones empresariales: esta figura no responde ante nadie más en su negocio, puesto que actúa con total independencia.
- Acceso a subvenciones: los autónomos son quizá el colectivo para el que las administraciones suelen aprobar más paquetes de medidas de apoyo económico.
Desventajas del empresario individual
- Asunción progresiva de riesgos: dado que no existen más socios, se carece de asesores y no hay más órganos de control o de decisión, el empresario individual asume toda la responsabilidad de sus actividades económicas. Si el negocio crece y se mantiene en solitario al frente de la empresa, tendrá que asumir cada vez más riesgos.
- Responsabilidad ilimitada: esta persona tendrá que responder con todo su patrimonio a las deudas que contraiga con terceros y a cualquier repercusión que se derive de sus actos.
La diferencia entre un autónomo y un empresario individual solo existe a efectos nominales: en realidad, estamos hablando del mismo tipo de forma jurídica, con todas las ventajas e inconvenientes inherentes a la figura del autónomo. Si ya eres un empresario individual necesitas llevar tus facturas al día con el mejor programa de facturación del mercado.
